martes, 25 de marzo de 2014

DE LAVAPLATOS ANDAMOS

Hoy almorzaremos lengua a la jardinera, tal y como recuerdo que mi madre la hacía, con zanahorias pero sin guisantes porque no hay. Tampoco tengo arroz, ni aceite del normalito... casi se acaba el café, Juan me trajo azúcar de Caracas a 30 Bs. el kilo, comprada en el mercado de Chacao. Tengo un kg de harina todo uso por la que pagué hace un mes 55 Bs. y guardo un pote de crema de leche de verdad, 180 Bs., para la cena que le tengo prometida hace semanas a Elia Sánchez.
Desde hace semanas preparo una masa madre para hacer un pan. Usaré para ello la mitad de la harina que tengo y con la otra mitad me aventuraré a hacer unos cruasanes porque tengo mantequilla de verdad verdad. Tantos días sin salir de casa me han puesto de nuevo a cocinar... y a comer. Ni pesarme quiero!!!
Como tampoco se consigue lavaplatos, encontré una receta facilita en internet. Se licúan tres limones con cáscara, pepas, todo, pero picaditos, con 200 grs de sal, 100 cc de vinagre y 300 cc de agua. Se cocina todo unos 15 minutos hasta que espese, y esta crema se pone en un recipiente con tapa y según la receta es mejor guardarla refrigerada.
En casa no ha dado tiempo de guardarla. No hace espuma pero los platos quedan limpísimos y perfectos, con un ligero olor a limón, las manos suaves.
No me gusta para nada la idea de hacer cola para hacer mercado y menos la de acostumbrarme a la escasez pero si me gusta saber que puedo buscar alternativas sabrosas, nutritivas, para comer y emprender quizá hasta un modo de vida más armónico con mi entorno, con la gente, con la naturaleza porque en vez de hacer las cosas en automático las pienso mas y mejor.

viernes, 14 de marzo de 2014

MIRIAM ITALA COME FLORES

Esto lo escribí hace tiempo y nunca lo publiqué.
Miriam escribía por todas las mujeres que conoció. Por las alegres, las rotas, las angustiadas y las golpeadas. Por nosotras, que como ella, comíamos flores, tomabamos ron y nos fumabamos las noches oyendo la música más diversa.
De Miriam nos enamoramos muchos. Yo, para hacerla mi hermana eterna con la que a los 18 hice la lista de todo lo que haríamos a los 40 años que nunca cumpliríamos. Tengo fresca en la memoria cada una de las sensatas locuras que nos prometimos frente a una pared llena de siluetas de árboles desnudos.
Compartimos secretos, nos separamos cuando los tiempos de cada una fueron distintos, nos volvimos a juntar y mis viajes a París en un tiempo pasaron siempre por Nueva York, donde tardaba tanto en llegar a su casa en el Bronx como en hacer el trayecto desde Caracas.
Nos pasaron mil cosas. El día que me casé por primera vez, el jefe civil juró todo el tiempo que la novia era Miriam, con su vestido blanco hindú, y no yo de pantalones y franelita, una linda franelita...eso sí. Abrimos juntas calicatas, nos obsesionamos por la taxonomía y las margaritas se convirtieron en flores que deshojamos a punta de secas descripciones.
Cuando Miriam enfermó la hice mas hermana aún, reuní cuadros para venderlos a cambio de sangre fresca con que alimentar su cuerpo fallido, llegué al hospital justo a tiempo, le cociné hierbas chinas para salvarla. Pero fue ella la que se salvó sola hasta que crecieron Irene y Mauro y entonces se cansó.
De Miriam guardo una vida en cartas, poemas en mi sangre, su budismo verde a ultranza mientras hacía hoyitos en un bosque colombiano para hacer caca y este poema de Miguel James.
De Basilia, la mamá de Miriam, guardo el sabor de la mejor salsa de pasta que he comido en mi vida.

MI NOVIA ÍTALA COME FLORES

Mi novia apareció temblando en una librería
Me mostró papeles de calles solas y putas tasajeadas
Me regaló dijes piedras y conchas marinas
Un grabado antiguo de caballos desatados
Mi novia venía del sol y parecía gitana
Contó historias extrañas de almas parecidas
Mi novia tenía un vestido azul
Se enamoró de mí y mis sandalias
Mi novia leía a Boris Vian
Se bañó sangrando y me dio un cuerpo que no olía a nada
Yo me enamoré de mi novia
Trencé mis pelos y la llevé al cine
Mi novia tenía un hijo rubio y feo
Habitaríamos la ciudad de niebla o más allá de los mares
Mi novia se hizo mi novia
Mi novia pashira y ficus colonia de hierbas injerto de palomas come flores
Yo amaba a mi novia
Mi novia sin dinero vendía aretes en los mercados
Me llevaba mandarinas a la celda de castigo
Se mostraba desnuda ante viejos aburridos
Yo era mi novia
Adoraba a Fabio y tenía un balcón de donde echarse
Y es que mi novia triste parecía una Maga desolada
Mi novia era una estrella
Sin mi novia yo hubiera muerto
Mi novia un día dijo que andábamos como heridas abiertas bajo el cielo
Que tomaría otra vez los libros del laboratorio
Que ya no dormiría en el lecho del puente
Yo no le hice caso a mi novia
Dejé que combinara rock de Pelusa y textos de biología
Las puntuales visitas de Víctor y los hábitos de cocina
Los golpes certeros de Johnny
Y es que mi novia ya no quería comer flores
Entonces pensé en darle su merecido
La llevaría a la cumbre de la montaña
La bañaría en el arroyo del camino
Luego desde arriba la bombardearía con pétalos de buganvillas
La rociaría con perfumes franceses
Y sabiéndola extasiada la cubriría con caca de infante
Para que no dejara de ser mi novia
Para que no desesperara de comer flores
Y es que a veces no dan ganas de ser novio de mi novia
A veces no dan ganas de ser novio de nadie
Pero ayer vi a mi novia
Tenía los zapatos rotos y me regaló una perla de vidrio
Miramos un vestido raro que costaba lo que doscientas cajas de cigarros
Hablamos de frutas de banquetes con pan y mermelada
Porque de verdad uno se cansa de comer flores
Pero yo le dije a mi novia que seríamos siempre come flores
Y yo entendí a mi novia
Y mi novia me entendió a mí
Pero a veces me preocupo por mi novia
Porque mi novia rabiosa es capaz de guindar al niño y apalearlo como piñata
Abalearía a la mamá en un día santo
Volaría con sodio el laboratorio
Porque mi novia es una fiera
Es un erizo es una estrella
Y yo amo a mi novia
Y sé que aparecerá cantando en la avenida
Gritará absurdos que sólo yo comprendo
Me pondrá un cuchillo en el ombligo
Dirá: "Chamo bájate los pantalones"
Porque mi novia es mi novia
Porque yo conozco a mi novia
Mi novia eterna mi novia Itala
Mi novia loca
Mata de ganja
Sol
Y primavera.


COMO ESPERANDO ABRIL

El Silvio Rodríguez de mis 18 años ya no es tal. O quizá él sí pero yo no. 
Y ahora que copio la letra de Como esperando abril me doy cuenta que esta canción ya no me produce la misma emoción. Me ha sucedido esto con libros, películas, platos, personas, pero que me acuerde, nunca con un paisaje.
Igual copio la letra y mientras lo hago me veo sentada en el piso con mi amiga Miriam Itala, rayándola  a grito pelado mientras redactábamos informes interminables cuando estudiamos biología en la Central. Ya Miriam no está, la UCV es otra, y de la biología me queda, supongo, la formación científica.

Mucho mas, allá de mi ventana,
Las nubes de la mañana son una flor
Que le ha nacido a un tren.
Un reloj, se transforma en cangrejo,
Y la capa de un viejo da, con una
Tempestad de comején.

Mucho mas, allá de mi ventana
Algodones jugaban a ser un jardin,
En espera de abril.

Luego entro los ojos,
Chorreando esa luz de infinito,
Y es cuando necesito
Un perro, un bastón, una mano, una fe.
Y tu pasas tocando
El frio con suave silencio
Y, ciego, te sentencio
A que nombres tod
o lo que ahora no se.

Mucho mas, allá de mi ventana
Las nubes de la mañana son, una flor
Que le ha nacido a un tren.
Un reloj, se transforma en cangrejo,
Y la capa de un viejo da, con una
Tempestad de comején


Mucho mas, allá de mi ventana
Algodones jugaban a ser un jardín,
En espera de abril.
Mucho mas, allá de mi ventana
Mi esperanza jugaba a, una flor,
A un jardín, como esperando abril...



De abril me gusta mi cumpleaños, el 19, Tamara Independencia. Me gustan los araguaneyes florecidos y los días de playa en la Semana Santa de mi niñez, cuando cambiaba de piel. Me gustó también ir a la iglesia a que me hicieran una crucecita de ceniza en la frente y me dieran la palma con la que hacía otra cruz para pegarla con una chincheta en la puerta de mi cuarto. De abril me gusta el nombre y su calor con viento.



Un abril me casé por primera vez.

Este abril de 2014 me agarrará despalomá, incierta, tremendamente ansiosa, furiosa, como asfixiada, con necesidad de bastón, de perro, de mano, y sobre todo de fe.
Fe para agarrar al país con la misma confianza que pongo en mis ollas, en los ingredientes que escojo con cuidado, en la combinación y cantidad exacta de cada uno de ellos para lograr el sabor deseado, en los tiempos de cocción, en el cariño que será lo que muchos llaman, el ingrediente secreto que no es tal.
Con esa fe quiero volver a recorrer las carreteras, reencontrame con amigos y desconocidos para transmitirles mis ganas de calidad y compromiso, la certeza de que la vida la vamos haciendo de a poquito cada día, con empeño, sin rabia, con humildad, respeto por lo ajeno, por las diferencias, por los valores universalmente convenidos.