jueves, 31 de enero de 2013

COMER EN MARACAIBO

Quiero ir a la Sierra de Perijá. No será en esta visita a Maracaibo pero cuento con mis amigos cocineros para hacer ese viaje muy pronto. Por ahora, me solazo en estas noches de luna llena, la ciudad fresca, el lago hermoso. Solo me perturba entrar al salón de clases donde tomo un curso. Ningún lugar mas frío que los sitios cerrados en Maracaibo, con el aire acondicionado en alguna temperatura que estoy segura se acerca al cero.
Estos poquísimos días han sido sufientes para disfrutar la hospitalidad marabina. Mi prima Rosario me consiente con sus comiditas sanas, mucha fruta, y algún pecadito como mandocas y yoyos de desayuno. La primera cena en la calle consistió en coquitos, unas cestitas hechas de plátano verde que venden en la Arepera Santa Rita, y que disfruté rellenas de pernil, ensalada de repollo y aguacate, acompañada de un tequeño con salsa tártara que le robé a mi compañero de mesa. Al día siguiente almorcé en Mi Vaquita, restaurante fundado en los años 60, donde abrimos fuego con unas empanaditas perfectamente fritas y yo insistí con el cerdito al comerme unas costillitas tiernas con yuca frita. Obvié la cena mas por pudor que por otra cosa.
Mi último día de clases me regaló un encuentro con mi compadre Humberto Márquez y su maracuchicidad y nos fuimos a Sabor Zuliano, yo a comerme un chivo en coco de proporciones épicas, y él un mojito de chucho en coco. Estuvimos dudosos de si atacar un chocho de vaca como postre (quesillo con dulce de calabazate) pero la inminencia de mi examen final y de su vuelo a las cuatro nos hizo desistir.
Cené aguita de sapo (arepas tostaditas rellenas de...pues si, pernil otra vez) y sin ningún remordimiento desayuné hoy un yoyo suculento relleno de esos quesos inmejorables que se fabrican por acá.
Tengo pendientes unos guapitos (bollitos de maíz), los bollos pelones envueltos en hoja de bijao, un revuelto de gallina y una macarronada. También una arepa cabimera y un buen dulce de hicacos.
No creo haber engordado ni un gramo, la piel se me puso mas lozana y estoy dichosa y agradecida por el orgullo maracaibero por sus sabores. En la maleta llevo dos frascos de dulce de caujil (merey) y el país alborotado.




2 comentarios:

@freacos dijo...

Saludos Tamara, la autentica Arepa Cabimera Tradicional (base de arepa frita o asada cortada en cuadros y encima carne mechada,ensalada rallada, jamon,queso, queso de año rallado, postura de ave y salsas) la debes comer en Cabimas en cualquier kiosko en el centro de la ciudad, y la variante "tumbarancho cabimera" (base de arepa frita pasada por harina de trigo y huevo y encima queso frito, jamon frito, postura de ave y salsas) la comes donde el popular "MIMO", tambien conocido como "La Boutique del Colesterol" en la calle Churuguara del Sector Las Cabillas.

Tamara en su cocina portatil dijo...

iremos a la boutique en un próximo viaje