martes, 11 de diciembre de 2012

LA TORTA DE NAVIDAD

Tengo tantos pendientes que voy a comenzar por el sabor último: el de la torta de navidad de Nora Herrera, y sus dulces, en Ciudad Bolívar. Ya sé que dicen que no es elegante hablar de la edad de las mujeres. Para mí que son prejuicios de antes. Nora, estoy segura, se siente orgullosa de la vitalidad de sus 77 años, de la precisión de sabor y aspecto que tienen sus mazapanes de merey, de la delicadeza de sus delicadas, nunca mejor redundancia,  y del punto único de sus mereyes pasados.

Los bocaditos de guayaba parecen el beso de un ángel y no sé que cítricos usa además del limón filipino que la fragancia aún aletea en mi boca.

1 comentario:

Jorge Ramiro dijo...

Uh, increible eso, para cocinar eso sí que hay que tener una buena mano, no cualquiera la hacer. Yo vi una parecida en un restaurante de sushi, pero no era exactamente igual.