jueves, 6 de septiembre de 2012

FURIA ELECTRICA







Los camarones al curry lucen una yuquita doblada, reflexiva y la parrillita riocaribera un chipcito que parece querer volar. Así es mi vida aquí.
El cielo de anoche no podía tener mas estrellas y Río Caribe se pobló de una nueva especie nocturna que ronronea como un gatotigre y no es animal, es planta pero no vegetal.
De mi trabajo temporal a mi casa, unas tres cuadras, conté media docena de ellas, dos rojas, una verde, una amarilla, una desteñida y una que sólo escuché.
Me dije, quiero una, pero el olor que despedían me hizo desistir. Gasoil, gasoil, gasoil.
Catorce horas sin electricidad, el sofá incómodo, los mosquitos canturreando y las perras desesperadas no sé por qué me despiertan somnolienta aún, los huesos desajustados y la nevera encendida otra vez aunque la leche se puso rancia y la lechocita también.
Cuando se va la energía eléctrica poco funciona y no logro imaginar mi vida en ningún siglo anterior a su existencia. Eléctrica e indignada me siento hoy. Ninguna explicación será válida tras meses de fallas reincidientes. Hoy cocinaré con leña para encontrarme con mi fuego interno y ver cómo resuelvo mis contradicciones y qué cosa nueva puedo hacer por mi país.
Las fotos las tomó Jean Lioré, estudiante del Hotel Escuela de Mérida.

1 comentario:

@freacos dijo...

Completamente de acuerdo, la dependencia que tenemos de la electricidad para nuestras actividades mas cotidianas. Tampoco es justificable que todavia estemos pasando por racionamiento o emergencia eléctrica, ya que "según" eso estaba resuelto. Saludos desde Carúpano.