lunes, 7 de septiembre de 2015

Monagas Gastronómica

El país se nos está llenando de regiones deseosas de mostrar su gastronomía. A partir de ilusiones e iniciativas individuales la mayoría de las veces, con la ayuda de los amigos, con la felicidad absoluta del parto, salen a la luz nuestros sabores y tradiciones, el empeño de emprendedores locales, el saber que se ha ido gestando en cada lugar.
Jorge Hernández es periodista. No le he preguntado hasta ahora qué lo llevó a la gastronomía pero imagino que una de las razones fue su gusto por comer bien pues es de esas personas que transmite que lo que emprenda quiere hacerlo así, bien.
Jorge decidió celebrar el primer año de su programa radial Monagas Gastronómica con un evento para compartir su región. Invitó a María Fernanda Di Giaccobe a conocer los emprendedores chocolateros de Caripito, a dictar un taller de bombonería y a enamorar a todos con su saber sobre el cacao. De Maracaibo se trajo a Héctor Galbán, también periodista, quien además de ayudarlo en todo dio una estupenda charla sobre la crítica gastronómica y nos brindó el postre maracuchísimo de coco, de la despedida. El profesor Victor Moreno Duque, cada día mas sonreido, compartió con los asistentes sus investigaciones sobre la arepa y dictó otra charla sobre la cocina de vanguardia en Venezuela. Yelitza Acosta, cocinera de gran vocación por la educación, habló de la cocina monaguense y de productos injustamente olvidados como el amaranto o pira. Yo hablé tanto de la presencia de los corsos en Paria y de nuestras otras influencias gastronómicas que me quedé sin voz.
La inauguración del evento se hizo con un curso de bombonería con el equipo de Kakao, del que fue anfitriona Zuleyma Padrino, quien junto a José Bousquet preparó la cena de cierre. Rosa Avila y su encantador esposo Adilson Medeiros hicieron una estupenda cata de licores artesanales de Caripe con chocolate traídos por María Fernanda.
Gabriel De Pablos, del restaurante Bocca, me impresionó por sus conocimientos y por su pasión por la gastronomía. Es deuda pendiente visitarlo. Francisco Vivanes, del restaurante El Gran Maute, nos mostró su amor y dominio de la cocina con uno de los mejores almuerzos que recuerdo en mucho tiempo.
Como dice mi amiga Valentina, hay que echarle pichón y viajar con cédula, sembrarse cada día mas en este país, gozárselo, compartirlo, trabajarlo con ética y entusiasmo.