martes, 28 de mayo de 2013

LOS NOVIOS DE JONIMUN Y NOSOTROS CON NUESTRA COCINA PORTATIL

Arianna y Federico, los novios, están de jonimun, como dice ella, y yo no quiero contar nada sobre el tema hasta que no lo haga la pequeña comeflor. Solo puedo decir que fue un encuentro amoroso de familia, amigos y naturaleza. Y que regresaré a Canaima.
Ahora nos preparamos para viajar a Maracaibo y Mérida. En Maracaibo haré mi última certificación internacional de cocina del Foro Panamericano, y si el restaurante está de acuerdo con el menú que envié, pues cocinaré un par de días por allá. Caso contrario, me dejaré consentir por mi prima Rosario y sus saberes para ponerlo a uno bella y rozagante, mudaré de piel y quien sabe si hasta de alma, y me dejaré guiar por Ivette Franchi y Nestor Colina para descubrir otra Maracaibo.
Luego agarraremos la vía del páramo hacia Mérida para cocinar el sábado 8 de junio en la Posada de Xinia y Peter en La Mucuy Baja, www.xiniaypeter.com, un menú a muchas manos para muchas bocas.
Por ahora, les dejo el menú

Aperitivos
Terrine de cordero y mousse de alcachofas por Xinia

Trio de cremas
Auyama a la naranja, Calabacin con Pesto de Albahaca, Tomate Capresa por Nestor Gutierrez
Carpaccio de Lomo prensado de Carora  con ensalada por Sonia Semidey
Bollo de platano relleno de mojito de pescado de Ivette Franchi y Nestor Colina
Pato con ron Solera Centenaria y frutas, puré de verduras a la sarrapia y frijolitos con chocolate y kumachi, Tamara Rodríguez
Postre Teo Zurita

sábado, 4 de mayo de 2013

DEL ZULIA A BODA SIEMPRE BOCADOS DE VENEZUELA

Mientras el viento azota mi casa, su largo pasillo hecho para otras latitudes se llena de hojas secas y de canto de pajaritos. Se acaba de mudar a una de las palmeras un carpintero de penacho rojo y peinado modesto que arrecia con furia contra el tronco. Todas las mañanas trabaja con ahínco. En el níspero de atrás sigue un albatros que cada año llena el patio y las hojas de la cala de caca blanca, en fin, es un sábado caluroso en el que hubiera querido estar en Mérida viendo las fotos de la Panaventura de Juan Carlos Bruzual y su equipo, probando por primera vez los sabores de Nelson Castro, visitando a mi amiga Laura Réquiz en su tienda con Aromas de Cacao, teniendo una larga conversa con la historiadora Magaly Burguera que tanta falta me hace desde que se fue de estas tierras; conociendo todas las propuestas que un grupo de cocineros plantea desde nuestros Andes, impulsados por Venezuela Gastronómica.
Pero estoy aquí, en mi octavita zuliana, a sabiendas que desear no es suficiente.
Durante seis días los cocineros Ivette Franchi y Nestor Colina trajeron los sabores de la zulianidad a Carúpano y Río Caribe. Los acompañamos Darwer Ozuna, un joven y talentoso cocinero que vive en Carúpano, Juan Sará y yo. Es el primero de varios encuentros gastronómicos que espero organizar este año y no pude tener mejor debut.
Jorge Jiménez, de la empresa Servicios Costa Afuera, nos montó una réplica del altar de la Chinita en pleno restaurante, y acompañada de San Benito, la mamá de todos los zulianos celebró esta fiesta de sabores que se paseó por los tumbarranchos, niños dormidos, aguita de sapo, patacones, bollitos cañaderos, cangrejos azules, sopitas de pescado con sus coroticos en susú. El principal que más éxito tuvo fue el risoto de conejo con chutney de plátano, seguido de la macarronada y el pescado embasurado. El estofado de chivo estaba delicioso y las lajas de punta trasera con buñuelos de yuca y salsa de queso se vendieron solas.
Darwer preparó una ensalada de lechoza verde con vinagreta de papelón que conquistó la sala, igual que su postre de sol de Maracibo en tierra pariana, una delicada combinación de jalea de mango con mousse de chocolate oscuro. Destilería Carúpano puso los rones, Tamayo sus vinos Terraza de los Andes, un reserva Malbec que me pareció acertadísimo, y un chardonay Altos de los Andes muy fresco también.
Apertura y cierre de la actividad fueron dos conversatorios, el primero en la Casa Andrés Mata de Carúpano y el último en Guayoyo Café en Río Caribe. Nos preguntamos si un festival de Lara atraería igual cantidad de gente, o de cocina andina o coriana... o si la afluencia que tuvimos se debió a la enorme pertenencia que el zuliano tiene de su tierra. La voz general fue que sí.... que los zulianos tienen una identidad que los desborda y que contagia pero luego pensaba que los orientales también y que en todo caso estamos ante un país que está aprendiendo a reconocer y a celebrar sus sabores y a sus productores.
Tan es así que mi querida Arianuchis celebrará su boda con un menú que recorrerá los sabores de toda Venezuela, así que me devuelvo a mi cocina para que todo quede a punto y seguir celebrando,